viernes, 30 de agosto de 2013

Homeopatía para todos

Nota a 2 de septiembre de 2013: he añadido algunas correcciones (tachadas), puesto que me he acordado que algunas empresas homeopáticas con presupuesto inmenso dedican parte de éste a actuar judicialmente contra blogueros humildes (como el caso de su presente servidor), al considerar que se daña su imagen o se profieren insultos. Aunque el autor considera que llamar las a cosas por su nombre NO es difamar ni insultar, prefiero las correcciones a afrontar un pleito.

Homeopatía, ¿quién no ha oído hablar de ella? Otra cosa es que la información recibida sea real.

Mis conocimientos sobre este asunto habían llegado de forma indirecta, a través de alguien cercano que tenía un conocido que la usaba y que, debido a los sesgos asociados, afirmaba que le iba muy bien. Yo la veía más como una terapia exótica que como una alternativa real (que no es) a la medicina, pero desconocía los principios en los que se basa y no tenía formada una opinión fundada en hechos.

Así, yo mismo fui estafado por esta grandísima estafa estas prácticas pseudomédicas basadas en bolitas de azúcar. El verano de 2008 nos encontrábamos de vacaciones en Menorca cuando a mi mujer y a mí se nos acabaron los antihistamínicos, usados habitualmente contra nuestras respectivas alergias. En mi caso, es asma por alergia a polen de gramíneas y llantén. En una farmacia nos ofrecieron una "alternativa" homeopática a nuestras medicinas usuales (Ebastel, Cetirizina), con un precio más elevado: Coryzalia, de los laboratorios Boyron, (¡cómo no!):
CORYZALIA, COMPOSICIÓN

  • Allium cepa 3CH
  • Sabadilla 3CH
  • Gelsenium 3CH
  • Belladona 3CH
  • Kalium bichromicum 3CH
  • Pulsatilla 3CH
Excipiente formado por sacarosa (273,5 mg por comprimido), talco, goma arábica, estearato de magnesio, gelatina, cera blanca y cera de carnauba.
Nuestra ignorancia sobre el producto dispensado, unida a la charlatanería sin fin elocuencia del farmacéutico, nos acabó de convencer. De esta manera, en cuanto salimos de la farmacia empezamos a consumirlo.

Entonces creía saber que la homeopatía potenciaba las defensas naturales por medio del uso de productos que causan los mismos síntomas que deseamos combatir. Mis conocimientos de nombres científicos y mi afición a la botánica me permitían saber que en la composición del producto entraba a formar parte el ajo, la belladona, la pulsátila, el bicromato potásico y un par de plantas más, gelsenium y sabadilla, que no conocía. Me sorprendía el uso de estas sustancias para potenciar las defensas contra la alergia al polen, pero claro, el farmacéutico nos lo había recomendado encarecidamente. Sin embargo, ¿qué significaba eso de 3CH al lado de cada ingrediente de la composición? Me inquietaba, pero dejé las investigaciones para un momento posterior.

La primera sorpresa sobre el uso de las pastillas fue que se debían tomar cada hora, aproximadamente. Eso suponía que una caja con 40 pastillas duraba máximo 4 días, sensiblemente menos que los antihistamínicos usuales. Nuestra sensación subjetiva y sesgada sobre su eficacia fue que el alivio de los síntomas de la alergia era mucho más ligero. Es decir, que no era tan eficaz como las medicinas reales. Con el tiempo, hemos podido comprobar que la simple salivación producida por algo como comer un caramelo ya tiene cierta influencia positiva en determinados síntomas de la alergia, como disminución del picor del paladar y garganta, carraspera, etc.

Algún tiempo más tarde vi un documental de R. Dawkins en el que criticaba científicamente la homeopatía. En él se explicaba con detenimiento qué significan las siglas CH (o DH), además de sus principios básicos. Sentí inquietud y cierta ansiedad (¿sería esto la disonancia cognitiva?) y empecé a buscar información para completar la información.

Recuerdo que lo primero que encontré fue, por suerte, el monográfico sobre la homeopatía, de ARP-SAPC. Allí pude confirmar mis peores temores, es decir, que había sido nuevamente víctima de una estafa comprado productos con eficacia no comprobada.

He seguido informándome sobre la homeopatía (ver algunos enlaces aquí, aquí, aquí y aquí). Desde entonces no he vuelto a comprar homeopatía ni a aconsejársela a nadie, sino todo lo contrario.

Creo que si la información que hay en los enlaces llegara al gran público, se dejaría de usar la homeopatía. Sin embargo, los embaucadores pseudocientíficos llamados homeópatas y afines no tienen ningún interés en mostrar la realidad de sus productos de forma amplia y sin falsedades. Esto es comprensible (sería el fin de su negocio) aunque NO es admisible. La homeopatía es un gran timo tratamiento sin eficacia.

3 comentarios:

  1. Tampoco están tan mal las palabras tachadas, hacen bastante honor a la verdad :P
    Un saludo!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Estimado David C: estamos de acuerdo. Gracias por comentar.

      Eliminar
  2. Debido a un cambio en la configuración, se han perdido algunos comentarios. Lamento las molestias.

    ResponderEliminar